Quería empezar citando a un pequeño párrafo de Machado que muy bien sintetizas la realidad cinematográfica:
“El cine es exactamente eso: un arte de la multiplicación de la mirada y de la audición, que pulveriza ojos y oídos en el espacio para construir con ellos, entre ellos, una “sintaxis”o sea una intricada red de relaciones”.
Esta nueva sintaxis se delinea sobre todo en aquellas películas donde el concepto espacio-temporal viene alterado en comparación con la línea temporal linear que nos ofrece el cine tradicional, en estas películas nos encontramos en efecto delante de unas piezas de un puzle que como espectadores tenemos el deber de intentar componer re-construyendo en algunos casos solo el orden de la historia en otros lo que dentro de la película no está, no viene presentado.
El director mexicano Iñarritu, en 21 gramos, amores perros, Babel (entre otras) nos ofrece un valido ejemplo de esta posibilidad que tenemos como sujetos delante de la pantalla de reelaborar lo propuesto en la medida necesaria para llegar a poder construir el significado gracias a toda la cadena de elementos visivos y sonoros, los significantes, que nos llevan a él.
En éstos últimos tipos de películas efectivamente como dice Machado el espectador ve y sabe menos que en el filme convencional: “siente que la historia se desvanece, escapa a su control, aspirada por una determinada fuerza centrifuga” (p.98) y necesita entonces de todo su espíritu crítico, de imaginación y adaptación para re- colocar las imágenes y darles así un sentido.
En el mundo cinematográfico son muchos los casos que podemos reportar aquí de manera ejemplificativa, así que solo menciono lo que yo considero un tipo de cine muy significativo para este aspecto y me refiero al cine d’essai (llamado también cine de autor) cuyas intenciones son las de salirse del esquema convencional del cine de entretenimiento para ser cine de crítica social, cine donde con total libertad vienen expresadas las ideas de los directores.
Cito a un ejemplo de este tipo de cine: Requiem for a dream (Darren Aronofsky), 2000) cuya secuencia final de impacto visivo muy fuerte (e indudablemente de difícil digestión) bien representa la ubicuidad explicada por Machado allí donde los tres protagonistas (por así identificarlos ya que este papel lo asume de manera indiscutible la adición y sus infinitas caras) llegan al climax de lo que ha sido su vida allí al interno de la película.
Cuando la sierra eléctrica corta el brazo de Harry, el electroshock deja definitivamente a Sara en otra realidad y la práctica sexual en la cual Sara se ve involucrada se alternan en una secuencia obsesiva donde el ritmo de las imágenes nos lleva de un sitio a otro alejándonos totalmente de la realidad y a la vez haciéndonos sumergir en cada una de la vida de los tres. La tortura que cada uno de ellos vive en estos momentos se trasforman en el delirio colectivo en el cual el espectador sale exasperado esto gracias al infinito poder de la cámara que “como un Dios que se desplaza en medio de los acontecimientos como un cuerpo inmaterial “(p 29) Efectivamente esta realidad (trágica) que construimos en estos momentos debido a la tragedia colectiva perdería su coralidad sin la ubicuidad de la cámara.
“El cine es exactamente eso: un arte de la multiplicación de la mirada y de la audición, que pulveriza ojos y oídos en el espacio para construir con ellos, entre ellos, una “sintaxis”o sea una intricada red de relaciones”.
Esta nueva sintaxis se delinea sobre todo en aquellas películas donde el concepto espacio-temporal viene alterado en comparación con la línea temporal linear que nos ofrece el cine tradicional, en estas películas nos encontramos en efecto delante de unas piezas de un puzle que como espectadores tenemos el deber de intentar componer re-construyendo en algunos casos solo el orden de la historia en otros lo que dentro de la película no está, no viene presentado.
El director mexicano Iñarritu, en 21 gramos, amores perros, Babel (entre otras) nos ofrece un valido ejemplo de esta posibilidad que tenemos como sujetos delante de la pantalla de reelaborar lo propuesto en la medida necesaria para llegar a poder construir el significado gracias a toda la cadena de elementos visivos y sonoros, los significantes, que nos llevan a él.
En éstos últimos tipos de películas efectivamente como dice Machado el espectador ve y sabe menos que en el filme convencional: “siente que la historia se desvanece, escapa a su control, aspirada por una determinada fuerza centrifuga” (p.98) y necesita entonces de todo su espíritu crítico, de imaginación y adaptación para re- colocar las imágenes y darles así un sentido.
En el mundo cinematográfico son muchos los casos que podemos reportar aquí de manera ejemplificativa, así que solo menciono lo que yo considero un tipo de cine muy significativo para este aspecto y me refiero al cine d’essai (llamado también cine de autor) cuyas intenciones son las de salirse del esquema convencional del cine de entretenimiento para ser cine de crítica social, cine donde con total libertad vienen expresadas las ideas de los directores.
Cito a un ejemplo de este tipo de cine: Requiem for a dream (Darren Aronofsky), 2000) cuya secuencia final de impacto visivo muy fuerte (e indudablemente de difícil digestión) bien representa la ubicuidad explicada por Machado allí donde los tres protagonistas (por así identificarlos ya que este papel lo asume de manera indiscutible la adición y sus infinitas caras) llegan al climax de lo que ha sido su vida allí al interno de la película.
Cuando la sierra eléctrica corta el brazo de Harry, el electroshock deja definitivamente a Sara en otra realidad y la práctica sexual en la cual Sara se ve involucrada se alternan en una secuencia obsesiva donde el ritmo de las imágenes nos lleva de un sitio a otro alejándonos totalmente de la realidad y a la vez haciéndonos sumergir en cada una de la vida de los tres. La tortura que cada uno de ellos vive en estos momentos se trasforman en el delirio colectivo en el cual el espectador sale exasperado esto gracias al infinito poder de la cámara que “como un Dios que se desplaza en medio de los acontecimientos como un cuerpo inmaterial “(p 29) Efectivamente esta realidad (trágica) que construimos en estos momentos debido a la tragedia colectiva perdería su coralidad sin la ubicuidad de la cámara.
Requiem for a dream:
Es interesante observar que la película ha tenido su continuidad, por así definirla multimedia dentro de una pagina web: soulbath.com
Donde el mismo director quiso seguir el proyecto de la peli en la Web y aquí “mezcla imágenes pseudocomerciales de sitios de juego y apuestas con mensajes de error apócrifos que dan lugar a imágenes etéreas y vibrátiles de los personajes de la película, superpuestos con frases, símbolos y sonidos relativos a su adicción”.
Me parece muy interesante esta propuesta del Director (que de hecho hizo algo parecido con su primera película π) para re proponer personajes, algunas notas musicales de la peli para dar una nueva dimensión ésta ultima al interno de la Web.
Referencias:
MACHADO "El sujeto en la pantalla",Gedisa, Barcelona, 2009
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